jueves, 11 de abril de 2024

Acerca del hambre



En el Museo de la Historia habrá un contenedor. En su interior un zapato sin suela, una silla de tres patas, el mango de un hacha, acaso un rollo de facturas impagas teñidas de verde. También pañales, verán los visitantes; y hasta una muñeca con el pecho quebrado . . Pero ni en los rincones más esquivos encontrarán las pelas de unas papas.
(de la serie Microcuentos)

viernes, 29 de marzo de 2024

ALABANZA A LAS PAPAS FRITAS


 Viene  desde el fondo

de la historia

la solución, digo.

Desde donde nace

la América hasta el cuenco

de los desheredados.

Neruda las cantó

en los bostezos de un siglo

complicado.

Ahora, en su versión

más apreciada,

aquella que cautivó

al invasor, retornan

como una  lanza en ristre.

Una suerte de Excalibur

redentora,

salida de la piedra,

de esta  Edad de Piedra.

Vuelven, desde el llano,

desde la mesa del hambre,

sirviendo, la vindicta,

en un plato que se come caliente.

Doradas, crujientes,

honrando  los manteles del pobrerío.

que ahora descubren, con fruición,

el  costado más enclenque,

más desalmado

de la locura.

Receta del menú a la carta

(pizca de sal, de calle en marcha)  

ingredientes para enfrentar

¡quién no quisiera!

la  famélica voracidad

de  los saciados.

 

 

 

sábado, 16 de marzo de 2024

La casa es el umbral


 

La casa es el  umbral

(Mínima canción de contingencia)

Retumban  esas  suelas

que no son las de aquí

en la calle  las furias

vuelven a rugir.

 

Una sombra fugaz

le hace un guiño al sol

y me quedo a soñar

 que ya puedo dormir

 

ese mármol de aquí

me anticipa un final

la baldosa de allá

me devuelve al umbral

 

la cobija anda  mal,

es el diario de ayer,

el futuro huirá

con cada amanecer

 

mi patria  es el portal

donde duerme el después

y  esos pasos de allá

amenazan volver

 

en la calle viví

a la calle volví

este tiempo infeliz

se quedó por aquí

…………………………………

la frazada se ahogó

con la lluvia de ayer

el umbral derrumbó,

llora el diario ,otra vez

……………………………………

 

 

 

 

viernes, 8 de marzo de 2024

Esa mujer


 
Putas, sucias, asesinas, golpeadas, arrastradas humilladas... Uno pretende decidir qué hacer o decir de ellas. Cualquier cosa, lo que nos venga a mano. A las manos. Empero crece la a sospecha que, en cada articulación cimentamos nuestra propia derrota. Porque ellas, desde el fondo de la historia, desde los umbrales mismos de la existencia siempre nos llevan la ventaja: piensan en claves insondables, llevan el misterio de la vida en las entrañas y –ya está probado - van a hacer con sus cuerpos lo que se les cante…
Ya lo sostuvo el vate, en la bruma fugaz de la utopía, en ese atardecer del país que fue. Renacieron los versos en miles de endechas nostalgiosas. Temples como puños empinados en otras voces, en otros tiempos, otros fuegos contrarrestando los fogones.
Ahora Verificamos ,tras los desvelos de una noche insobornable ,que aun en la derrota , ellas, las putas de la historia, han doblegado a la estolidez y la ignorancia. Estremece la certeza del poema, anticipando un futuro inexorable.
Lo dijo Dávalos e insistimos, para torcerle el brazo a los silencios, insolentando conciencias y vergüenzas, que todo contra ellas será en vano. Porque la mujer, como América, como la tierra, vence de echada

viernes, 12 de enero de 2024

MAGDALENA DE LOS HORNOS

Juan CarlosBustriazo Ortiz

 


A Teresa Pérez, que no olvida.

 

Hay una fibra de desafío en los ojos pardos, acaso  cierta condescendencia, mientras su silueta  flamea  sorteando las hornallas. El cáñamo que protege   sus plantas rubrica los  pasos en el piso teñido de rojo. Pareciera que juega a la rayuela con el chisperío tratando de evitar el asalto de una pavesa  a los vuelos de la pollera.

Sabe, porque ha escuchado a Bustriazo, un amanecer   de   melancolías y vino negro,  la historia del gato yesca,

Humedece sus labios con la punta de la lengua y un hilo de saliva queda hamacando en las comisuras. Lo quita y con su dedo índice bendice la frente del capataz.

Allí, donde el  barro se hace piedra y no hay como el piquillín para engordar el calor.

¡Catequesis de los obradores, si lo sabrá Teresa Pérez!

Los hombres que la contemplan han abandonado, al verla , sus talantes taciturnos. Algunos celebran besando  una redoma, otros hunden sus manos en los bolsillos practicando con sus dedos un arqueo de los centavos  que quedan de la quincena. Hay un anciano al que las llamas han hipnotizado para trasportarlo a una parcela de su vida que no  tiene regreso.

A esta altura, con un poco de suerte, Mareque liberará a la guitarra de su encierro y endiablará una brasita de fogón.

Pero todavía no ha llegado el conticinio.

Un pibe seca el sudor de su rostro con la gorra y su mirada se enhebra en el pelo cobrizo de la muchacha que ha descubierto al poeta en la rueda: edifica una sonrisa en su semblante y se  la regala, pródiga.

Quizás  en agradecimiento por un mote absolutorio, una indemnización   poética que alberga el pasaje de Unca Bermeja, funda un misterio para iniciados y  pone cimientos a la leyenda.

 

ay mi casada de tornasoles

mi algarroba de treinta sombras…”

 

-De quién habla?

- La chica, che,  del pubis desolado

 

A medida que la noche se destila en sombras ella se hunde en la fronda que marca la frontera  con vehemencias cercanas  de la penumbra. . Lo hace otra vez y otra…

Y así,…, en tanto  el pibe de la gorra enjuga  su frustración porque se ha roto el hechizo y el hombre de las monedas pide un refuerzo  que le niegan.

Resignado, pliega su mano para hebras de Caporal en la cuna de papel arroz.

Crepita el leño, alborozado, disputando con  las estrellas.

Luego compareció el tiempo de las lluvias, y sobrevinieron otras tormentas. EL  Penca se introdujo en su ciclo Lila y  el hada de los hornos no tuvo quien la diga. Sucumbió, como muchas (salvo Rubiatango),  ante una de las más eficaces y terribles trampas de la existencia. La del olvido.

“..y en las hornallas hízose el fuego

y la gente bailó sonámbula

las pirámides truncas moras

de panes pálidos cuajadas

y bailaron las bayas secas

de los mollares enrojecidos

tan en la música enlazábanse

tan bien mirábanse a los ojos

el quejón bailó levemente

y llamábate en las zarzas

y bailaron bichos azules

mariposones bermellosos

bailaba el polvo de la tierra

la brisa toda acollarada

y muy la noche hizóse el beso

y heridas fueron las caderas

las cinturas despelechadas

en la barrienta hechicería

centella verde no bajaste

y empurpurada toda fuísteme!...”

 

 

Dicen que reía y su risa era canto en las quedas del estío.

Dicen, también, que anduvo alimentando otros fuegos y hasta cambió de rumbos, Por Anguil  la vieron, tal vez por Lonquimay.  Magdalena de las  orillas, pobre en el pobrerío , herida de impiedad y desamparo, se salva en una línea, del Juan Linyera o un poema de laTei, referencias preñadas de cariño, piedad y  redención poética.

Ella, Su majestad del obrador, dilapida  su ardor  a los desosegados.

Si viviera andaría pisando los ochenta.

De no serlo ,valga esta ofrenda en el altar de su  memoria. Una esquela  mínima que diga, por  ejemplo, a la niña  cuyo único pecado fue sobrevivir al gusano del hambre.

 

 

domingo, 10 de diciembre de 2023

"Ave César"



 

Victor  Mature , su  rostro cincelado a machetazos, sucio y sudoroso, alza la vista y en sus  ojos fibrila  una chispa de júbilo mechado con un filamento de alivio. A vencido a un retiarius y luego a un león. Solo, él solito, con su espada implacable . En la otra mano, el yelmo  que refulge haciendo parpadear al  César que lo contempla con  indulgencia y tal vez una pizca de conmiseración.

         Mature no siente temor por su destino. Sabe, porque ha leído el guión de punta a rabo, que al final se quedará con la muchacha.

         Era una de romanos, porque en el matiné del  cine Marconi abundaban las de vaqueros y gladiadores antes que las de piratas.

Finales de los cincuenta, la hemos visto un par de veces luego de abandonar al niño reclamados por adolescencias urgentes.

De ahí la evocación.

Cada vez que Mature, el último gladiador, formalizaba el ritual reverencial ante  el César nos estremecían sus  implicaciones. Por su presagio, por el inexorable veredicto sumado al  bramido de la plebe de pan y circo exigiendo  pulgares al cielo o al suelo.

Ave, Caesar, morituri te salutant» («Salve, César, los que van a morir te saludan».

Gracias Suetonio.

Aquellas  tardecitas, morosas y previsibles ,de la aldea no han retornado a nuestras vidas.

Y ya Mature ha muerto.

Esta noche, acaso convocados por la nostalgia, se hicieron presentes algunos tracios y Dimachaerus , semblantes hoscos, expectantes, invitándonos a  participar del los fastos ante el Monarca.

Como en las  sesiones  del Marconi, a poco que iniciaron la ceremonia de pleitesía, un suave sopor nos invadió preludiando el sueño.

No podemos  discernir si  fue pura fantasía. Empero juramos  que, antes que ello sucediera alcanzamos a percibir, etéreas, ,  abigarradas, enfervorizadas columnas  rumbo al coliseo. Armadas Brancaleone   proclamando a voz alzada   su devoción al emperador.

Argentinitos en dos ruedas, desalojados de la esperanza, arrogantes  haciendo gala de su vulgaridad, damas de estridentes  capelinas con sus pulgares altivos, primates del odio,panelistas pródigos, Barteblys con ganas de pelechar, Rapis de deliverys esquivos…

 Todos..; bueno casi todos consolidados morituris homologando  que esa película ya la hemos visto.

 

 

 

 

 

 

domingo, 3 de diciembre de 2023

el Basko

El Che al centro. Basko Inchaurraga primero a laizquierda
         Creemos que se fue espantado por un futuro funesto.

 Lo conocimos en el  mediodía de los setenta. Compartíamos la aflicción por Tlatelolco y una creciente admiración por los efluvios del mayo francés y la revolución china.

        A su juicio manteníamos cinco diferencias que impedían un vínculo más activo y orgánico. Esas  contradicciones, náufragas y ahogadas en el mar del olvido, estaban impregnadas de impericia y cierto infantilismo de izquierda que acaso, hemos logrado superar.

        Nos llevaba una ventaja. Él se había codeado con el Ché  -en todo el sentido de la expresión - mientras que nosotros lo contemplábamos en el poster del comedor.

        Por entonces era el Vasco con “V” corta y no sospechábamos que aquellas cinco piezas de debate yermo se convertirían en una coincidencia de vida y amistad que se prolongaría  por casi medio siglo. La poesía ayudó mucho como también la  tristeza por la muerte de un tal Basilio Kancheff y la mancomunión  con la figura de aquel relojero anarquista que nos vigorizó en la épica, en el abrazo a la poesía, en la necesidad de alimentar la utopía a toda costa.

        Cuando la V corta maduró para mutar  en B larga también creció la prosa, su visión del mundo, la fraternidad.

        A fuer de verdad digamos que la APE fue propiciadora de armonías y encuentros. Pero en nuestra memoria perduran como insustituibles aquellas jornadas en que cubría los turnos en la farmacia  de la avenida Belgrano y las redomas eran testigos de afanosos planes para cambiar al mundo tan sólo pertrechados con un soneto.

        Una vez, en tiempos en que las puertas cerraban   sin llave, descubrimos  un mensaje reposando en la mesa diaria que decía “por dónde andan, los extraño”.

 Esta tarde, cuando Paulita  nos dijo lo que ahora todos saben, comenzamos a buscarlo tratando de evitar  una impiadosa lágrima peregrina. Un exiguo papel que todavía no localizamos. Quizás  habite   en el interior del libro que ilustró Raquel, jugando a las escondidas  entre  las carpetas, o en aquel sobre que trajera noticias del Guiye  contrariando la lógica del tiempo. Un atadito de saludos y poemas que el propio Basko, junto a Pocha, nos entregara como el milagro de una botella al mar.

        Mañana iremos a sancionar   que aquellos cinco enfoques encontrados nunca fueron obstáculo para el abrazo y que… “Viva la liverta”, carajo.

        Tal vez, a eso de las once, en medio de la despedida, un ángel  euskaldun deposite sobre la madera un  mínimo mensaje que exprese lo mismo que  aquel otro que quedara boyando en nuestro mantel.

       

 

viernes, 24 de noviembre de 2023

En la calle nos vemos


¡Se vienen los Ellos!

NOS VEMOS EN LAS CALLES

Si el lunes no acompaña,

puede ser este viernes

una estación de luces

y sin tiempo.

Será en aquel baldío

donde se  oculta  el silencio

o en los tapiales  ariscos

 de contraolvido.

 

Nos vemos compañera,

al sur de los caldenes,

en la hilera del pueblo,

 a metros  del lugar

en que se amortiza  el miedo.

 

Por si acaso un traspié,

y para que no haya dudas,

-como labrado a fuego-

insisto en  que nos vemos,

andando, a cielo abierto.

 

 

Reniego de las promesas

al igual que a profetas,

esos que le mezquinan

su presencia en las plazas

aunque les  sobran ofrendas.

 

Pervive  esta  pulsión

 que viene desde lejos,

aquel solar de angustias,

 la noche de tormentas,

la ronda  de los jueves,

los dichos de una abuela.

 

Así que ratifico

allí estaré presente

espantando  un desvelo

armando los abrazos

inmerso entre la gente.

 

 

 en las calles nos vemos,

en las calles, de nuevo

y será como siempre

plebeyos, obstinados

cerrando un puño al cielo

 

 

 

 


Acerca del hambre

En el Museo de la Historia habrá un contenedor. En su interior un zapato sin suela, una silla de tres patas, el mango de un hacha, acaso un ...